Los
Fondos Estructurales y el Fondo de Cohesión son los
instrumentos financieros de la política regional de la Unión
Europea (UE), encaminada a reducir las diferencias de desarrollo
entre las regiones y los Estados miembros. Los Fondos contribuyen así
plenamente al objetivo de cohesión económica, social y territorial.
Existen
dos Fondos Estructurales:
- el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) es ahora mismo el más importante; desde 1975 concede ayudas para la construcción de infraestructuras y la realización de inversiones productivas capaces de generar empleo, sobre todo en beneficio de las empresas;
- el Fondo Social Europeo (FSE), instaurado en 1958, financia principalmente actividades de formación para favorecer la inserción profesional de los desempleados y de los sectores más desfavorecidos de la población.
Para
acelerar la convergencia económica, social y territorial, la Unión
Europea creó un Fondo
de Cohesión en
1994 destinado a aquellos países cuyo PIB medio per cápita es
inferior al 90 % de la media comunitaria. La finalidad del Fondo de
Cohesión consiste en financiar proyectos de infraestructuras
relacionados con el medio ambiente y los transportes. No obstante, la
ayuda del Fondo de Cohesión está sujeta a ciertas condiciones. Si
el déficit público de un Estado miembro beneficiario es superior al
3 % del PIB nacional (según las normas de convergencia de la UEM),
no se aprobará ningún proyecto nuevo hasta que se haya controlado
el déficit.
España
ha
sido beneficiaria de los fondos europeos desde su entrada en la UE y
contaba con dejar de serlo este mismo año para convertirse en
contribuidor.